Las autoridades migratorias de EE.UU. están suministrando máscaras y cumpliendo los protocolos de limpieza y distanciamiento en tres centros de inmigrantes en el sur de Florida por orden de una jueza, mientras le entregan un plan para descongestionar en un 75 % estos lugares debido al COVID-19, que incluye la liberación de aquellos que sean «elegibles».
En dos misivas enviadas a la jueza Marcia Cooke, los responsables del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de estos centros aseguraron que están haciendo limpieza periódica de dormitorios y baños, como también facilitado información en inglés, español y creole sobre el distanciamiento y las medidas sanitarias para evitar el contagio del nuevo coronavirus.
Las cartas detallan que las máscaras se cambiarán cada semana, que están dotando de agua, jabón y paños desinfectantes, como también de lavado periódico toallas y ropa de cama.
La jueza Cooke ordenó a ICE evaluar la pronta liberación de 58 inmigrantes que demandaron precarias condiciones de protección y aislamiento por COVID-19 en los tres centros y presentar un plan para reducir el 75 % de los detenidos, que incluye la liberación o el traslado a otros centros de detención.
En su fallo del jueves pasado urgió a ICE evaluar quiénes de los demandantes deben ser liberados de inmediato «a la luz de COVID-19» teniendo en cuenta su estado de salud, posibilidad de fianza, estado migratorio, historial migratorio e historial criminal previo.
«Es importante tener en cuenta que los peticionarios en el presente caso son meramente detenidos civiles, no presos criminales condenados», recalcó la jueza.