El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, dijo este viernes que desde el brote del COVID-19 las autoridades han emitido 370 citaciones judiciales y arrestado 40 personas al hacer cumplir el distanciamiento social, cifras «extremadamente bajas» en las que no obstante reconoció una «desigualdad» racial tras las protestas de activistas.
El fiscal del distrito de Brooklyn reveló ayer que en esa área de la gran urbe se han producido 40 detenciones en seis semanas en aplicación de las normas de distancia social para contener el coronavirus, y 35 de los arrestados eran negros, cuatro hispanos y uno blanco, lo que provocó protestas sobre la acción policial contra minorías.
En su actualización diaria sobre la crisis del COVID-19, el alcalde aseguró que esas cifras son «un indicador de que hay algo mal» que se debe «arreglar» y se comprometió a «dar más formación a los policías y protocolos más claros para garantizar que cada comunidad es tratada de una manera justa», aunque reivindicó la labor de las autoridades.
«No aceptamos la desigualdad, y cuando la veamos la trataremos. Sobre los arrestos y citaciones, en lo que hay que centrarse es el hecho absoluto: es una ciudad de 8,6 millones de personas, y en 6 semanas (las cifras) son extraordinariamente bajas. No estoy en desacuerdo con la gente que muestra alarma y preocupación, pero estos son los hechos», afirmó.
«Quiero ver a cada comunidad tratada de manera justa, pero quiero un enfoque firme donde esté realmente claro que se deben seguir las reglas, sobre todo en lo que respecta a reuniones. Vamos a ser muy, muy agresivos. Son una amenaza y no las vamos a permitir. Trabajaremos para asegurar que las normas se aplican uniformemente en cada comunidad», agregó