A pocas horas de que entre en vigor la orden estatal «quédate en casa» emitida por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, los contagios confirmados por COVID-19 en el estado ascienden este jueves a 9.008, mientras la cifra de fallecidos por la enfermedad suma 144 por el momento.
Según los más recientes datos del Departamento de Salud de Florida, los ingresos hospitalarios también aumentan y ya son 1.167 personas las que están siendo tratadas en los centros sanitarios por el virus.
Pese a la orden del gobernador que entrará en vigor a la medianoche de hoy y que obligará a cerrar todos los negocios «no esenciales», varios legisladores ven esta medida como insuficiente porque la población «va a seguir expuesta», tal y como señaló este jueves la congresista demócrata Donna Shalala.
«Incluso al imponer esta orden permitió que las tiendas de armas siguieran abiertas y le dijo a la gente que puede ir a servicios religiosos», indicó Shalala en una teleconferencia con CNN.
«Nadie en el sur de Florida cree que debería ir a la iglesia. De hecho, nuestro arzobispo de la Iglesia Católica ha dicho que hará servicios religiosos virtuales», agregó la congresista.