La Guardia Costera de EE.UU. advirtió en un boletín que los barcos con más de 50 personas deben estar capacitados para atender a bordo «por un tiempo indefinido» los casos de enfermedades respiratorias y los que navegan con bandera no estadounidense deben pedir primero apoyo al país de la enseña.
El documento interno lleva fecha del 29 de marzo pero ha cobrado notoriedad ahora debido al caso de al menos tres cruceros que navegan hacia Florida con personas con problemas respiratorios y alguno incluso con enfermos diagnosticados con COVID-19 a bordo, después de haber sido rechazados en distintos países.
La Guardia Costera señala en el memorando las dificultades que está suponiendo atender el incremento de solicitudes de evacuación y atención médica por parte de embarcaciones extranjeras con personas afectadas por «enfermedades parecidas a la gripe, como el COVID-19«.
«Para garantizar la seguridad de las personas a bordo y aliviar el potencial de sobrecarga de los recursos médicos locales», todos los barcos con más de 50 personas a bordo «deben incrementar sus capacidades, personal y equipos médicos» con vistas a atender a bordo a personas con esas enfermedades por «un plazo indefinido de tiempo».
Así lo señala el memorando firmado por el contraalmirante E.C. Jones, jefe del séptimo distrito de la Guardia Costera, al que pertenece Florida, entre otros estados.
El documento hace mención expresa a los barcos con bandera de Bahamas que pidan una evacuación por razones médicas a hospitales en la costa, los cuales deben buscar el apoyo del país de su enseña antes de hacerlo a las «limitadas instalaciones» de EE.UU.
La mayor parte de los cruceros que salen y llegan a puertos de Florida llevan bandera de Bahamas, un país isleño que aún no se ha repuesto del impacto del huracán Dorian en septiembre pasado.
Las autoridades del condado de Broward dijeron este martes que este miércoles anunciarán su decisión sobre si los cruceros Zandaam y Rotterdam, de Holland America Line (HAL), compañía del grupo Carnival, pueden atracar y desembarcar a pasajeros y tripulantes en Port Everglades, situado en la ciudad de Fort Lauderdale.