Una coalición de 35 organizaciones civiles y de agricultores urgió al gobernador de Florida, Ron DeSantis, y a los gobiernos en general apoyar y proteger con máscaras y guantes a aquellos que trabajan para llevar la comida a la mesa, al igual que se está haciendo con los trabajadores sanitarios ante la pandemia del COVID-19.
Las organizaciones subrayaron que las muestras de solidaridad de los gobiernos y de la sociedad civil y los alivios económicos deben extenderse «de inmediato» a los «trabajadores esenciales» del sector agrícola de Florida, que calcula pérdidas por 522,5 millones de dólares hasta el pasado 15 de abril, según cifras oficiales.
«De la misma manera que las personas aplauden y agradecen a los trabajadores de la salud en esta crisis, todos deberían agradecer a los trabajadores agrícolas mientras se sientan para cada comida», expresó Antonio Tovar, director de la Asociación de Trabajadores Agrícolas de Florida.
Ellos «merecen tener equipo de protección, atención médica y alivio económico. Si su trabajo se considera esencial, entonces su salud y bienestar también deberían serlo», reclamó Oscar Londoño, director de We-Count!
Londoño subrayó que sin el «trabajo descomunal de los agricultores en Homestead y Florida City, al sur de Miami, «nuestras tiendas de comestibles, restaurantes, bancos de alimentos y cocinas no estarían abastecidas».
En Florida, las ventas de lechuga, pimientos, pepinos, calabacines, frijoles verdes y repollo se desplomaron, al igual que sus precios, según un informe divulgado esta semana por la Secretaria de Agricultura estatal.
Lupe Gonzalo, de la Coalición de Trabajadores de Immokalee, hizo un llamado a los gobiernos local y estatal a protegerlos y darles la «dignidad» que se merecen para que puedan cumplir con el distanciamiento y protección y continuar haciendo su trabajo bajo las altas temperaturas del sur de Florida.
La coalición, que también incluye a grupos como la Auto-ayuda de los Trabajadores Agrícolas, el Centro Comunitario Hope, suscribió una misiva dirigida DeSantis en la que le piden acceso a atención sanitaria, seguridad alimentaria cuidado de sus hijos e incluso protección ante redadas de inmigrantes.
Ann Kendrick, del Centro Comunitario Hope, instó a apoyar a la «columna vertebral» de la economía diaria, que «alimentan a nuestra nación».
Lamento que estos agricultores están desprotegidos en su mayoría en el transporte hacia y desde el lugar de trabajo y luego durante el día en el campo, y que además no serán «elegibles para ninguno de los programas de apoyo de emergencia».
EFE