El creciente miedo al impacto económico del coronavirus, acentuado por la proliferación de casos en EEUU y por las medidas extremas adoptadas en Italia, ha hundido a las bolsas, que se ven lastradas también por el desplome del precio del petróleo, al que penalizan tanto la extensión de la epidemia como el desacuerdo entre los países productores.
En esta situación de pánico, los inversores vuelven a buscar refugio en activos considerados seguros, como la deuda de EEUU y Alemania, el yen japonés y el oro.
El Ibex 35, el selectivo de la Bolsa española, caía un 7,7 % a las 14 horas, el mayor descenso desde el referéndum del Brexit, en 2016, y se situaba por debajo de los 7.800 puntos.
Desde que el Ibex alcanzó los 10.083 puntos, el pasado 19 de febrero, el selectivo ha caido más de un 22 %.
En la misma línea, Londres perdía un 7,1 %; Fráncfort, un 7,3 %; París, un 7,6 %; y Milán, un 10,5 %.
En Asia, Tokio ha bajado un 5,07 %; Hong Kong, un 4,23 % Shanghai, un 3 %; y Seúl, un 4,19 %.
Según Joaquín Robles, analista de XTB, la caída de las bolsas no solo es atribuible al desplome del precio del petróleo sino también al repunte de casos de coronavirus en EEUU e Italia, y a las medidas adoptadas este fin de semana por el Gobierno italiano.
En su opinión, los inversores temen que Washington tome también medidas drásticas para contener el virus y que éstas afecten a la actividad económica.