El papa Francisco presidió este miércoles la audiencia general desde dentro del palacio apostólico y no en la plaza de San Pedro, sin fieles, y que fue emitida por televisión e internet, debido a la epidemia de coronavirus que golpea Italia.
El pontífice celebró la audiencia en la Biblioteca del palacio apostólico, acompañado únicamente por los encargados de leer su catequesis en varios idiomas y todos ellos separados por la distancia de seguridad de un metro para evitar contagios.
Fuera, la plaza de San Pedro, donde normalmente el papa celebra esta audiencia con los fieles, hoy se encontraba completamente vacía y tampoco se retransmitió por las pantallas que hay instaladas.
En su catequesis el papa meditó sobre la cuarta Bienaventuranza, «bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia porque serán satisfecho», y terminó recordando a los enfermos y agradeciendo a quienes combaten la epidemia.
«Agradezco de corazón al personal hospitalario, médicos, enfermeros, voluntarios que en este momento tan difícil están cerca de las personas que sufren. Agradezco a todos los cristianos, todos los hombres y mujeres de buena voluntad, que rezan por este momento, todo unido, sea cual sea su religión», dijo.
Asimismo tuvo palabras para los inmigrantes que tratan de llegar a Grecia desde Turquía y pidió que la epidemia del coronavirus «no haga olvidar a los pobres sirios que están sufriendo» en el confín entre ambos países.