El crucero Regal Princess, al que no se le permitió ingresar el domingo al puerto Everglades del sureste de Florida ante la posibilidad de que dos de sus tripulantes hubieran estado expuestos al coronavirus, atracó finalmente la noche del domingo después de que dieran negativo en las pruebas.
Los dos integrantes de la tripulación de los que se pensaba que podían tener la enfermedad COVID-19, causada por el coronavirus originado en Wuhan (China), habían prestado servicio hace dos semanas en el crucero Grand Princess, que está varado en California y donde hay 21 casos positivos.
El Regal Princess, con capacidad para 3.569 pasajeros, realizó un crucero de 14 días por el Caribe y debía haber atracado el domingo en Port Everglades, en la ciudad de Fort Lauderdale, a unos 40 kilómetros de Miami.
Pero los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. prohibieron el ingreso del barco hasta que los dos tripulantes mencionados no fueran sometidos a las pruebas para detectar el coronavirius.
La Guardia Costera llevó las pruebas al barco, que ante la falta de permiso para atracar estuvo navegando a lo largo de la costa de Florida en espera de los resultados del test, según medios locales.