Luego de 17 años sin visitar Venezuela, una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) está lista para arribar mañana al país y tratar de ingresar para reunirse con víctimas de abusos pese a la negativa del Gobierno de Nicolás Maduro.
Maduro ha dejado claro que su Gobierno «en ningún momento» ha invitado a la Comisión, por lo que la visita de la CIDH cuenta solo con la autorización del opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado de Venezuela por casi 60 países, quien ratificó la invitación luego de conocerse la negativa del Ejecutivo chavista.
Si bien la Organización de Estados Americanos (OEA), ente del que forma parte la CIDH, no ha aprobado ninguna resolución que reconozca de modo específico a Guaidó como presidente interino, el 10 de enero de 2019 declaró ilegítima la toma de posesión de Maduro.
En abril, reconoció a Gustavo Tarre, enviado por el líder opositor, como representante de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento).
Hasta ahora, la CIDH ha mantenido su agenda «privada» pero una fuente de la Comisión aseguró que la delegación sale este lunes desde Washington y prevé arribar a Venezuela el martes, tal y como confirmó luego el comisionado de Guaidó para los derechos humanos, Humberto Prado.