El exembajador de España en Venezuela Raúl Morodo, investigado junto a su mujer y a su hijo Alejo por supuesto blanqueo de fondos procedentes de la petrolera venezolana PDVSA asegura que el patrimonio de su esposa es herencia de su padre y no tiene relación con el país sudamericano.
La Fiscalía Anticorrupción española investiga el cobro de 4,5 millones de euros de PDVSA por parte de Alejo Morodo mediante supuestos contratos falsos de asesoría legal suscritos con la petrolera entre 2012 y 2015, cuando Morodo ya no era embajador en Venezuela.
El dinero se blanqueó luego mediante una compleja trama de sociedades creadas por el hijo y otros investigados, entre ellos la mujer de Morodo, que es ama de casa. Los investigadores sospechan que parte del dinero lo lavaron luego con inversiones inmobiliarias en España.
En un comunicado, la familia Morodo responde a las «informaciones periodísticas, aparecidas en los últimos meses», que señalan que el exembajador, su hijo Alejo y dos socios venezolanos se apropiaron de decenas de millones de euros de PDVSA a través de una compleja trama societaria.
El comunicado señala que las empresas Aequitas Abogados y Consultores Asociados y Furnival, encabezadas por Alejo Morodo, mantuvieron una relación contractual con PDVSA, «prestando servicios de asesoría jurídica, consultoría y coordinación legal, de carácter técnico e internacional, respondiendo a una plena legalidad y reconocimiento».