La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) valoró este martes que el «Gobierno de facto» de Nicolás Maduro demostró que busca «ocultar» la «grave crisis» de derechos humanos en el país al impedir la entrada a una misión del organismo continental.
«Interpretamos» que el impedimento de llegada y entrada a Venezuela «representa un miedo y como que quieren esconder algo. Es propio de los regímenes autoritarios no abrirse al escrutinio de organizaciones de derechos humanos», declaró a los periodistas en la capital panameña el secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrão.
Abrão integra la delegación de la CIDH liderada por la presidenta del organismo, Esmeralda Arosemena de Troitiño, que no pudo abordar en Panamá el vuelo con destino a Caracas debido a un bloqueo de parte del Gobierno de Maduro, que ya había dejado claro que «en ningún momento» había invitado a Venezuela a la Comisión.
«Para nosotros» la negativa de dejar entrar a la misión de CIDH «reafirma lo que hemos dicho: hay una crisis en materia de estado de derecho, hay una crisis institucional y es importante que la Comunidad Internacional tenga conocimiento de esto», dijo por su parte Arosemena.
La presidenta de la CIDH tildó de «situación lamentable» el que no hayan podido llegar a Venezuela, un país al que la Comisión no ha visitado desde hace 17 años.