El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, compareció este lunes ante la corte londinense de Woolwich al inicio de su proceso de extradición a Estados Unidos, que le reclama por dieciocho cargos de espionaje e intrusión informática por revelar información confidencial de ese país en 2010.
Vestido con un traje gris y el pelo blanco, Assange, de 48 años y cuya salud se ha deteriorado tras casi una década de confinamiento en el Reino Unido, habló para confirmar su identidad y decir que comprendía el procedimiento.
En la galería del público estaba el actual director del portal digital de revelación de secretos, Kristinn Hrafnsson, y el padre del informático, John Shipton, que, en declaraciones previas a la prensa, reclamó que su hijo, que no ha sido condenado por ningún delito, pueda salir en libertad condicional.
A las puertas de la corte – anexa a la prisión de Belmarsh, donde Assange cumple prisión preventiva -, decenas de manifestantes pedían su liberación y la suspensión del proceso de extradición auspiciado por el Gobierno del presidente estadounidense Donald Trump.