Un acuerdo internacional permitirá al Reino Unido y Estados Unidos controlar la concesión de licencias que dan acceso al malogrado transatlántico Titanic, cuyo hundimiento en 1912 causó la muerte de 1517 personas.
La ministra británica de transporte marítimo, Nusrat Ghani, ha calificado este martes de «histórico» la entrada en vigor de un pacto encaminado a tratar el lugar de la tragedia y al propio barco con «sensibilidad y respeto».
El Titanic ha permanecido en aguas internacionales desde hace más de un siglo, en una zona del fondo del Atlántico Norte situada a unas 350 millas náuticas de la costa de Newfoundland (Canadá)
La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ya decretó en el pasado un «nivel básico de protección», pero esta es la primera vez que dos Gobiernos redactan una «legislación especifica» al respecto, según Ghani.
Este tratado, recuerda la ministra, ya fue firmado por el Reino Unido en 2003, pero no ha entrado en vigor hasta ahora, después de que el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, lo ratificó el pasado año.
Los Gobiernos de Canadá y Francia también han participado en las negociaciones, pero aún no han estampado su rúbrica en el acuerdo internacional.
El famoso barco, construido en los astilleros Harland and Wolff de Belfast (Irlanda del Norte), se hundió el 15 de abril de 1912 tras chocar, en su viaje inaugural, con un iceberg al sur de la costa de Terranova en su trayecto hacia Nueva York.