Centroamericanos homosexuales y trans que viajan en la caravana migrante este lunes piden la atención y la ayuda de la comunidad LGBT mexicana por el riesgo que corren sus vidas y la discriminación que padecen tanto de sus compañeros de viaje como de las autoridades migratorias.
La caravana está conformada por miles de personas -son más de 2.500 personas y la cifra no deja de crecer- y decenas de ellos formaron un grupo lésbico, gay, bisexual y transexual (LGBT) para visibilizar que deben escapar de Centroamérica por la persecución que sufren por su orientación sexual e identidad de género.
«Venimos huyendo de nuestro país de origen porque allá no se puede vivir como lo que somos. Como persona de la comunidad LGBT no puedo vivir en mi país. Tengo que dejarlo por falta de oportunidades, por discriminación», cuenta en entrevista a Efe Mavisa, una chica trans que salió de Honduras junto a la caravana.
Mavisa espera llegar a Estados Unidos tras atravesar México, un país donde dos terceras partes de los refugiados centroamericanos que pertenecen a una minoría sexual sufren violencia sexual y de género, según un reporte de Amnistía Internacional.
Sin embargo, casi nueve de cada 10 migrantes LGBT del Triángulo Norte de Centroamérica, que corresponde a Honduras, Guatemala y El Salvador, huyen de la violencia basada en su orientación sexual e identidad de género, indica la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
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