Irán admitió finalmente este sábado el derribo del avión ucraniano con 176 personas a bordo y lo atribuyó a «un error humano», al confundirlo con un misil de crucero debido a la situación de alerta reinante por la escalada de la tensión con Estados Unidos.
El «mea culpa» llegó después de dos jornadas en las que las autoridades iraníes negaron la hipótesis del derribo, pese a que varios países como Canadá ya habían denunciado que un misil tierra-aire alcanzó el avión.
Las Fuerzas Armadas reconocieron que el Boeing 737 de Ukranian International Airlines (UIA), que se estrelló el pasado miércoles al sur de Teherán, fue derribado «involuntariamente y por un error humano».
Según el comunicado, el fallo se debió a que el avión, que cubría la ruta Teherán-Kiev, se situó cerca de un centro militar de la Guardia Revolucionaria con «una altura y una posición de vuelo de un objetivo enemigo».
Por su parte, el comandante de la Fuerza Aeroespacial de la Guardia Revolucionaria, Amir Alí Hayizadeh, asumió en una comparecencia televisada la responsabilidad y explicó que el operador del sistema de defensa confundió el aparato con «un misil de crucero».