El estudiante colombiano Dilan Cruz, de 18 años, murió por el disparo de una escopeta calibre 12 cuya munición era una bolsa con «múltiples perdigones de plomo», señala el informe forense divulgado este jueves que consideró el caso como «homicidio» violento.
«Los hallazgos de necropsia permiten afirmar que la muerte del joven es secundaria al trauma craneoencefálico penetrante ocasionado por munición de impacto disparado por arma de fuego, lo cual ocasiona severos e irreversibles daños a nivel de encéfalo», detalló la directora del Instituto de Medicina Legal, Claudia García, en una declaración a la prensa.
Cruz se convirtió el lunes pasado en la primera víctima mortal de la violencia policial en las protestas contra el Gobierno colombiano, dos días después de caer herido en la cabeza por un disparo del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de esa institución, durante una manifestación pacífica en el centro de Bogotá.
La funcionaria explicó que los elementos que estudió el equipo de Medicina Legal, conformado por especialistas forenses, hacen parte de «un cartucho de carga múltiple, munición de impacto» del tipo «Bean Bag«, una bolsa de perdigones de plomo.
«Los informes de necropsia y balística serán entregados a la Fiscalía General de la Nación el día de hoy», añadió.
El director de la Policía colombiana, general Óscar Atehortúa, informó este miércoles que el caso de Cruz está en manos de la Procuraduría (Ministerio Público), que aplicó «el poder preferente» para ocuparse de la investigación.