El Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York reabrió al público este lunes después de someterse durante cuatro meses a unas obras de expansión y renovación, tanto arquitectónicas como artísticas, que costaron unos 450 millones de dólares.
Las puertas del icónico museo, situado en el centro de Manhattan, conducían este lunes a sus primeros visitantes hacia el amplio y luminoso vestíbulo de bienvenida que da paso a unos 15.300 metros cuadrados de espacio expositivo, es decir, un 30 % más.
En los aproximadamente 3.700 metros cuadrados de nuevas galerías se incluyen un estudio para programar arte en vivo y un «Laboratorio de Creatividad» con fines educativos, que buscan acercar el arte a los tres millones de personas que lo visitan cada año.
Por un precio de 25 dólares, el MoMA ofrece al público una extensa colección de obras de los grandes artistas modernos, entre ellos Andy Warhol, Jackson Pollock, Constantin Brancusi, Henri Matisse o Pablo Picasso, que aparecen expuestas junto a las de otros que les inspiraron, en una suerte de mestizaje.