Las mujeres iraníes rompieron este jueves un tabú con su entrada al estadio Azadi de Teherán, donde fueron las protagonistas indiscutibles del partido clasificatorio del Mundial entre las selecciones de Irán y Camboya.
Con banderas iraníes, gorros con los colores nacionales y vuvucelas, las mujeres comenzaron a animar en un ambiente ensordecedor más de dos horas antes de que arrancara el duelo, que terminó con la victoria aplastante de Irán por 14-0.
Con su presencia en Azadi, un lugar que tenían vetado desde hace cuatro décadas, hicieron historia, aunque su acceso no estuvo exento de controversia, ya que solo se vendieron 3.500 entradas para las mujeres.
«Estoy muy contenta porque era mi sueño poder venir al estadio Azadi«, dijo emocionada la aficionada Sharvanaz Salehí, que cubría sus hombros con la bandera iraní.
Para Salehí, de 25 años, fue «un momento histórico» y «un buen comienzo» en la apertura de los estadios a las mujeres, aunque reconoció que espera que en un futuro próximo haya menos limitaciones y se vendan más entradas.