Debate electoral de Argentina celebrado este domingo no aportó «nada novedoso» a lo que los seis candidatos a la Presidencia ya han dicho durante la campaña electoral, expresaron diversos analistas políticos consultados por Efe.
«En términos de contenido no hubo nada novedoso. Se centraron sobre lo que fue la campaña y también sobre el discurso de los dos grandes bandos de los últimos cuatro o cinco años», afirma el analista Jorge Giacobbe en referencia a los dos grandes favoritos para vencer en los comicios del 27 de octubre: el peronismo que encabeza Alberto Fernández y el oficialismo de Mauricio Macri.
Esta dualidad es lo que en Argentina se conoce como la «grieta«, dos sectores diferenciados y que ayer quedó reflejada en el debate, el primero de los dos que por ley se celebrarán antes de la primera vuelta de las elecciones.
«Cada uno con sus puntos fuertes, pisando esas banderas y utilizando los puntos débiles del otro. La política internacional y el narcotráfico por un lado (Macri) y la economía y el dolar y el FMI por el otro (Fernández). Esta vieja dinámica de echarle la culpa siempre al otro», manifestó.
Para el experto, «cada uno de los candidatos le gustó a su propio público», lo cual responde a que «el 80 % o más (del electorado) está definido».
«Si cada candidato le gustó a su propio público y los que están en terceras posiciones no se mueven demasiado entonces es lógico pensar que este debate no cambie mucho las cosas», agregó.
A pesar de que del debate participaron los seis candidatos presidenciales, todas la miradas estuvieron en los dos grandes favoritos, los dos extremos de esa «grieta».
Por un lado, los analistas vieron a un Fernández con la «experiencia de un jefe de Gabinete -puesto que ocupó durante el mandato de Néstor Kirchner (2003-2007)- peronista de la Argentina, que son siempre los que ponen la cara, con esa pausa, con ese aplomo».
Al líder del Frente de Todos también se le vio «algún rasgo altanero que Macri se lo señala», sobre todo el «dedito acusador» al que el presidente se refirió en la última intervención de un discurso que tampoco entusiasmó al experto.
«Vimos al Macri de siempre, acartonado, duro para lo escénico, que en algún momento, cuando representaba esperanza, nadie lo veía», valoró Giacobbe.
El tono del actual presidente, que debe revertir los 16 puntos que lo separaron de Fernández en las primarias de agosto, fue muy sosegado, lo que para el analista Martín D´Alessandro responde a una estrategia de partido.
«No es que el debate le va a poder hacer dar vuela a la elección. Está en la construcción de una imagen del propio Macri y del partido de Macri de hace 10 años, esta idea de la nueva política, el diálogo, el respeto, la no confrontación», señaló.
Este experto coincide en que el debate tuvo poca confrontación real y lo definió como «una sumatoria de spots y mensajes que cada uno transmite a un determinado público».
«Lo que hacen los debates no es cambiar tanto el voto de la gente sino reafirmar las preferencias de la mayoría. (…) Los que tienen una inclinación por Macri lo dan como ganador y los que tienen una inclinación por Alberto Fernández también lo dan por ganador«, concluyó. EFE
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