Dorian se encamina lentamente hacia Estados Unidos, cuya costa sureste se prepara con evacuaciones obligatorias y declaraciones de «estado de emergencia» para intentar atajar el impacto de los vientos y las inundaciones que aún puede causar este huracán rebajado a categoría 2.
De acuerdo con el boletín de las 8 de la noche hora local del Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés), Dorian se encuentra a 108 kilómetros al este de Cabo Cañaveral (Florida).
El meteoro está moviéndose al noroeste a una velocidad de 6 millas por hora (9 km/h) y se espera un movimiento un poco más rápido hacia el noroeste o norte-noroeste esta noche, indica el NHC.
En esta trayectoria, se espera que el núcleo del huracán se mueva peligrosamente cerca de la costa este de Florida y de la costa de Georgia esta noche, hasta el miércoles en la noche, advierte el parte del NHC.
Por otra lado, esta tarde se formó en el Atlántico oriental la octava depresión tropical, que se mueve hacia el noroeste a una velocidad de cerca de 8 millas por hora (13 km/h), y este movimiento general con cierto aumento en la velocidad de avance está previsto durante los próximos días.
Tras ensañarse con categoría 5, la mayor en la escala Saffir-Simpson, contra las Bahamas, donde hasta el momento son cinco las víctimas oficiales, Dorian se aleja del archipiélago de Bahamas en dirección noroeste a unas 5 millas por hora (7 km/h), según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés).
Los últimos pronósticos de esta agencia federal han aliviado al sur de Florida, que este miércoles reanudará las clases en las escuelas y universidades, así como la operatividad plena de sus aeropuertos, pero mantiene en alerta al resto del estado y a sus vecinos del norte.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, insistió este martes en «no subestimar» los impactos de Dorian, entre ellos «inundaciones, daños estructurales, marejadas ciclónicas y graves erosiones de playas en nuestras comunidades costeras».