El «catastrófico» huracán Dorian de categoría 5, la máxima en la escala Saffir Simpson, se ha convertido en el más fuerte que toca tierra en Bahamas desde que se tienen registros, mientras millones en la costa sureste de EE.UU. siguen con atención su trayectoria pues aún están bajo su amenaza.
Con sus vientos de 295 kilómetros por hora (185 millas por hora), según el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos, Dorian tocó tierra en el Cayo Elbow, en las Islas Ábaco, en el noroeste Bahamas, convertido en «el más fuerte desde que se tienen registro modernos» que golpea este archipiélago.
«Esta es una situación de riesgo mortal. Los residentes debe refugiarse de inmediato. No aventurarse en el ojo si pasa sobre tu ubicación», advirtió el NHC, con sede en Miami, en un boletín.
Según el centro meteorológico, a las 14.00 horas locales Dorian se hallaba sobre la isla de Gran Ábaco y a unas 185 millas (295 km) al este de West Palm Beach, en Florida, estado que vive con incertidumbre ante los efectos que pueda acarrear Dorian.