Los familiares de desaparecidos en México exigieron este viernes al Gobierno acciones reales y que den resultados ante una tragedia que acumula más de 40.000 personas en paradero desconocido, 26.000 cuerpos sin identificar en morgues y más de 3.000 fosas clandestinas.
Madres, padres, hermanos y hermanas acompañados por distintos colectivos de la sociedad civil entregaron a las puertas de Palacio Nacional una caja que contenía 102.000 firmas con una única exigencia: mejorar los protocolos de investigación para lograr tener de vuelta a sus familiares.
No solo la capital clamó por una respuesta, sino que en alrededor de 18 ciudades del país las personas se echaron a la calle como muestra de su indignación en el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.
En Ciudad de México, a las puertas de Palacio Nacional, mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador ofrecía su conferencia matutina, más de cien personas alzaron la voz rodeadas de fotos en blanco y negro de sus familiares.
En las manos, flores de papel rojas y blancas con las que honrar su memoria en un día que -clamaron- «no tendría que existir».
Los familiares iban acompañados, entre otros, del titular del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México, Jan Jarab, y del popular actor Diego Luna, fundador de la organización El Día Después.
«Nos negamos a aceptar que México sea un país de fosas, de injusticias o de violencias», apuntó Luna, insistiendo en que exigen a las autoridades «actuar para dar paz y certeza» a esta tragedia.
En esa línea, Jarab quiso «alentar a las autoridades a seguir trabajando con las familias» y animó a «que busquen ayuda forense internacional».
Los distintos colectivos y familiares exigieron que se implemente de manera correcta la Ley General de Desaparición Forzada y Desaparición por Particulares, publicada en el Diario Oficial de la Federación en noviembre de 2017.