La polémica en la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) tiene como protagonista una vez más al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, después de que el dueño de los Dolphins de Miami, Stephen Ross, lo invitara a un almuerzo de recaudación de fondos para su fundación «RISE» y fuese criticado por varios jugadores.
Ross estableció la fundación «RISE» como una organización nacional sin fines de lucro que educa y capacita a la comunidad deportiva para eliminar la discriminación racial, defender la justicia social y mejorar las relaciones raciales.
Ross es uno de varios propietarios de equipos de la NFL que apoyan públicamente a Trump. El grupo incluye al dueño de los Patriots de Nueva Inglaterra, Robert Kraft, y al de los Jets de Nueva York, Woody Johnson, quien es el embajador de Estados Unidos en Gran Bretaña desde 2017
Sin embargo, el efecto que ha conseguido hasta el momento ha sido todo lo contrario al surgir las críticas después de invitar al presidente Trump para el evento de recaudación de fondos, programado para el viernes en su residencia de Long Island, de acuerdo con la información ofrecida por el periódico «Washington Post».
El primero en criticar la invitación de Ross fue el mariscal de campo Colin Kaepernick, quien el miércoles, anunció que está listo para volver a jugar en la NFL, y de paso criticó la invitación que el dueño de los Dolphins había hecho a Trump.
«No creo que para los fines que pretende conseguir con su organización elija en la búsqueda de fondos a una persona como el presidente Trump que defiende todo lo contrario», criticó Kaepernick, el jugador que inició el movimiento dentro de la NFL contra la desigualdad social y la violencia policial que asegura se vive en Estados Unidos.
Luego llegaron este jueves los comentarios del receptor abierto de los Dolphins, Kenny Stills, quien tuiteó una captura de pantalla del sitio web de Ross, RISE, -una iniciativa antirracista- y escribió: «No puedes tener una organización sin fines de lucro con esta declaración de misión y luego abrirle las puertas a Trump».