Grupos de activistas celebraron este lunes que las autoridades estadounidenses hayan vaciado las instalaciones del centro de detención de menores en Homestead, en el sur de Florida, pero advirtieron que el «problema no ha acabado».
En una rueda de prensa ofrecida en los exteriores del centro, ubicado unos 48 kilómetros al sur de Miami, activistas a favor de los inmigrantes calificaron de «victoria» y «como un paso adelante» que los menores que se hallaban retenidos en Homestead ya no estén allí.
«Hace más de dos meses habían más de 3.200 niños retenidos aquí en el centro de detención de Homestead y hoy no queda ninguno», dijo Mariana Martínez, del grupo We Count!, quien sin embargo señaló que su labor «no ha terminado» y que mantendrán la lucha para detener la separación de familias inmigrantes.
El pasado sábado un comunicado del Departamento de Servicios de Salud y Humanos del Gobierno informó de que todos los menores que se hallaban en este centro, que era el mayor del país para alojar a Niños Extranjeros No Acompañados (UAC), han sido reunificados con sus familias o allegados o han sido alojados en otras instalaciones estatales de tamaño menor.
Luego de que varios medios publicaran informaciones en ese sentido, Evelyn Stauffer, portavoz de HHS, confirmó en el comunicado que quedó vacío el llamado «albergue» de Homestead, que ha estado en el centro de la atención publica desde que abrió en marzo de 2018.