Decenas de miles de militares brasileños han reforzado este domingo el dispositivo de combate a los incendios en la Amazonía, donde el número de estados que han pedido ayuda al Gobierno federal aumentó de seis a siete.
Parte de los cerca de 44.000 militares de los que dispone Brasil en el vasto territorio amazónico iniciaron su despliegue en el terreno para que actúen en la extinción de las llamas y en la fiscalización de delitos ambientales perpetrados en la región.
Asimismo, el Gobierno federal destinó un aporte de 38,5 millones de reales (unos 9,6 millones de dólares) al Ministerio de Defensa para la realización de las operaciones.
En el estado de Rondonia, la 17ª Brigada de Infantería de Selva instaló una base de apoyo, que cuenta también con un puesto médico y un comedor, en la capital regional de Porto Velho.
Desde allí, los militares coordinan la Operación Jequitibá, integrada por 70 personas, entre ellas 18 bomberos, 19 agentes de fiscalización y 33 militares de Ejército.
También auxilian en los trabajos de combate al fuego 32 vehículos, entre ambulancias, camiones y motocicletas.
Las Fuerzas Armadas realizaron a lo largo del día diversos sobrevuelos en la región para detectar las zonas más afectadas por el fuego. Igualmente utilizaron algunas aeronaves modelo C-130 Hércules -con una capacidad de almacenamiento para 12.000 litros de agua cada una- para el combate de los focos de incendios detectados.