A pesar de las afirmaciones del Gobierno de EE.UU. de dar prioridad a la deportación de «criminales«, los datos de los tribunales de inmigración apuntan a que solo el 2,8 % de las recientes peticiones de expulsión del país se basan en presuntas actividades delictivas, señala este viernes un reporte.
El estudio, difundido por el centro de análisis Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC), de la Universidad de Siracusa (Nueva York), indica que los datos hasta junio pasado muestran unas cifras «muy por debajo del énfasis en deportar criminales que prevaleció hace una década».
A pesar del creciente número de arrestos por parte de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) de EE.UU., cada vez menos inmigrantes con orden de deportación en la creciente carga de trabajo de las cortes de inmigración se debe a alguna actividad criminal.
Sin embargo, el Gobierno insiste en que su prioridad es deportar a los inmigrantes irregulares que hayan cometido delitos, mientras que Trump ha vinculado en numerosas ocasiones la inmigración ilegal con el auge de la criminalidad en el país.
En total, asegura TRAC, que utiliza datos oficiales, solo 7.458 órdenes de deportación se basaron en antecedentes criminales durante los primeros nueve meses del año fiscal 2019, que comenzó en octubre de 2018, por lo que difícilmente alcanzarán los 10.000 al final del presente ejercicio.