Una delegación de congresistas demócratas inspeccionó este lunes el centro de detención de menores indocumentados de Homestead, ubicado 48 kilómetros al sur de Miami, donde reclamaron al Gobierno de Donald Trump que acabe con el encarcelamiento de unos niños que «deben estar con sus familias».
La presidenta del Subcomité sobre Trabajo, Salud y Servicios Humanos del Comité de Apropiaciones de la Cámara de Representantes, Rosa DeLauro, dijo tras la visita que es «crítico» que de una manera rápida todos los menores recluidos en Homestead sean llevados con sus familias o allegados.
Agregó que si el centro visitado este lunes, que acoge a niños que fueron separados en la frontera de sus familias o que llegaron sin acompañantes adultos tras cruzar desde México, fue capaz de trasladar a más de un millar de menores en un plazo de dos semanas este mes de julio, debería poder hacer lo mismo igual de rápido con los restantes.
Al respecto dijo que quiere saber si los que fueron trasladados efectivamente fueron reunidos con sus familias o «trasladados a otros ‘albergues'», porque estos niños están «bajo la jurisdicción» del subcomité que DeLauro encabeza.
El centro de Homestead, con capacidad para 3.200 menores, es operado por una compañía privada, Comprehensive Health Services, propiedad de Caliburn International, y ha sido cuestionado por organizaciones proinmigrantes y legisladores demócratas que lo visitaron en junio pasado.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, el senador Bernie Sanders y el excongresista Beto O’Rourke, y otros aspirantes a la candidatura presidencial demócrata reclamaron el pasado 27 de junio que el Gobierno de EE.UU. deje de separar a niños inmigrantes de sus padres y de encerrarlos como a delincuentes, a la vez que criticaron que empresas privadas ganen dinero con esto.