Trabajadores públicos y familiares de «presos políticos» protestaron este jueves en varias zonas de Caracas para denunciar la crisis y la «violación» a sus derechos a propósito de la visita de tres días de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, a Venezuela.
Algunas de las protestas ocurrieron en lugares donde consideran que se manifiesta más la crisis como los hospitales, y en las cercanías de las instituciones que tenía previsto visitar Bachelet, como la sede del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) o la Cancillería.
Mientras la alta comisionada se encontraba reunida con los representantes de los poderes públicos de Venezuela en la sede de la Cancillería, trabajadores del sector petrolero protestaban a unos 500 metros de lugar para exigir que se les respetaran sus derechos.
Las decenas de trabajadores que protestaron en este punto forman parte del grupo de 587 empleados petroleros que llevan 17 meses exigiendo el pago que, afirman, les ha negado el Ejecutivo de Nicolás Maduro y que fue prometido por el fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013).
Entre tanto, en la sede del PNUD organizaciones civiles y de derechos humanos se manifestaron para pedir la liberación de los presos por motivos políticos y la atención a la crisis humanitaria.
«El lunes exigíamos que se liberaran, como condición, a los presos políticos y quiero decir que esa exigencia sigue pendiente, no ha habido un resultado concreto hasta ahora como es la liberación de todos los presos políticos», dijo el director de la ONG Foro Penal, el abogado Alfredo Romero.
Romero denunció que las cárceles del país «están siendo maquilladas» para que la alta comisionada no perciba la «realidad» de las condiciones de reclusión y las «torturas» a las que, aseguró, son sometidos los «presos políticos».
Dijo que desde el lunes hasta la fecha se han excarcelado a 28 personas, la mayoría ciudadanos que participaron en protestas este año.
Según las cuentas de la ONG, en el país aún hay 687 «presos políticos».