Personal médico, padres y pacientes del Hospital J.M. de los Ríos, el principal hospital pediátrico público de Venezuela, protestaron este lunes a las afueras del centro asistencial tras conocerse la cuarta muerte -la tercera en la última semana-, de un niño que esperaba recibir trasplante de médula ósea.
Adriana Variano, madre de Mariana Colina Navas Avariano, una niña de cuatro años diagnosticada con leucemia linfoblástica aguda, declaró a Efe que apoyaba la protesta porque le preocupa «mucho la salud de la niña, tanto de la niña como de los otros niños porque esta es una familia».
Advirtió que desde la semana pasada les han suspendido el tratamiento a los niños porque los aires acondicionados de la dependencia no funcionan.
«Todo el trabajo que se ha estado haciendo anteriormente no va a servir de nada, porque avanza el cáncer cada vez más», alertó Avariano.
El Hospital de Niños J.M. de los Ríos, ubicado en Caracas, a principios de mayo tenía 30 pacientes en lista de espera de trasplantes de médula.
El domingo 26 de mayo falleció en este centro de un paro respiratorio Erick Altuve, de 11 años y con linfoma no Hodgkin, y un día antes había muerto Yeiderbeth Requena, de ocho años.
Anteriormente habían fallecido Giovanni Figuera de seis años (6 de mayo) y Robert Redondo de siete años (23 de mayo), en todos los casos los pequeños estaban a la espera de un trasplante de médula que no se produjo.
El presidente de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría y ex presidente del Hospital J.M. de los Ríos, Huníades Urbina, dijo que el gremio tiene «más de 10 o 12 años denunciando el deterioro progresivo que está sufriendo el hospital».