El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dio este martes por cerrada la crisis por el robo de combustibles de los oleoductos de la petrolera estatal Pemex, conocido en el país como «huachicol».
«Era un asunto que parecía muy difícil de resolver pero se pudo enfrentar. Y el que puede lo más, puede lo menos. El que puede con el ‘huachicol’ va a poder con todo», aseveró el mandatario en su conferencia de prensa matutina en el Palacio Nacional.
López Obrador aseguró que la lucha contra el robo de combustible, iniciada en enero pasado, ha permitido al Gobierno ahorrar 12.000 millones de pesos (unos 640 millones de dólares) y agradeció la participación del Ejército y la Policía Federal en la protección de los oleoductos.
El presidente sostuvo que «hay una campaña» de la oposición conservadora para que fracasen las políticas gubernamentales, sin embargo aseguró que no podrán evitar la «cuarta transformación», concepto con el que define su obra de Gobierno.
El director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero Oropeza, explicó que en diciembre, cuando el nuevo Gobierno asumió el poder, en el país se robaron 74.000 barriles diarios.