El estado de Florida, con más de un 20 % de inmigrantes, se encamina a firmar una de las leyes más estrictas en EE.UU. contra las llamadas ciudades «santuario», que protegen a indocumentados, y obligará a las policías locales a cooperar con las autoridades migratorias para su deportación.
Con la aprobación este viernes en el Senado estatal del proyecto de ley SB-168, por 22-18, y del miércoles pasado de la HB-527, su versión en la Cámara baja, solo le resta una revisión final para ser enviada al gobernador, el republicano Ron DeSantis, para su promulgación como ley, lo cual se da ya por hecho.
La iniciativa conjunta exige que todas las agencias estatales, gobiernos municipales y departamentos de policía no solo cumplan con la ley federal de inmigración, sino que también trabajen con agencias federales como el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para detener y deportar a los inmigrantes.