El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, visitará este jueves en el municipio de Mesetas, en el departamento del Meta (centro), una zona transitoria de normalización que debe albergar a guerrilleros de las FARC en su tránsito a la vida en sociedad.
El jefe de Estado recibirá «un informe de las Zonas Veredales Temporales de Normalización, en materia logística, de seguridad y del Mecanismo de Monitoreo y Verificación coordinado por la ONU», informó la Presidencia de Colombia en un comunicado.
El mandatario, detalla la información, hará un recorrido en la sede local de Mesetas y saludará a los encargados de la protección y seguridad en esta zona.
En total son 20 zonas veredales y seis puntos en los que se reunirán los guerrilleros como paso previo para hacer la dejación de armas, que quedarán bajo supervisión de la ONU, y su desmovilización.
El pasado 30 de diciembre, cuando se cumplía el denominado «Día D+30» desde la firma del acuerdo de paz, un comunicado conjunto del Gobierno y las FARC señaló que las zonas no estaban listas y que el proceso se postergaría hasta enero.
La visita del presidente Santos se produce en momentos en que el país vive una polémica por un vídeo en el que aparecen observadores de la ONU bailando con guerrilleras de las FARC en una fiesta de Año Nuevo en Conejo, caserío del departamento de La Guajira, que albergará una de las zonas veredales.
Ante la situación, el Gobierno colombiano manifestó hoy a la ONU su «gran preocupación» por la conducta de los observadores y pidió que se adopten los «correctivos necesarios» para que no se repita ese tipo de situaciones.
La petición fue formulada en una carta que la cancillería envió por medio de su embajadora, María Emma Mejía, al secretario general adjunto para Asuntos Políticos de la ONU, Jeffrey Feltman, quien respondió de inmediato que se tomarán medidas.
«Dada la seriedad con la cual tomamos este incidente, esperamos que la Misión anuncie pasos decisivos en breve. Nuestra sede dará total apoyo a las decisiones que la Misión anuncie», señala la respuesta de la ONU. EFE