El papa Francisco pidió este lunes a la comunidad internacional que acoja a los inmigrantes y refugiados y afirmó que «un enfoque prudente» por parte de las autoridades no implica «la aplicación de políticas de clausura».
A su juicio, un enfoque prudente «implica evaluar, con sabiduría y altura de miras, hasta qué punto su país es capaz, sin provocar daños al bien común de sus ciudadanos, de proporcionar a los inmigrantes una vida digna», dijo.
El papa pronunció estas palabras durante un encuentro que mantuvo en el Vaticano con miembros del cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede. EFE