Con muchos más días de descanso que su rival zuliano, una media goleadora mayor que la de cualquier otro club y la segunda defensa menos goleada del campeonato, el Zamora es más que merecido campeón del fútbol venezolano.
El blanquinegro, que se ganó su boleto a la final tras dominar el Torneo Apertura y bordó su tercera estrella tras batir hoy 1-2 al Zulia, fue una aplanadora que marcó 83 goles en 2016, 24 de ellos del ariete que los llevó a la gloria durante el primer semestre, el panameño Gabriel Torres.
Además, entre la defensa y el portero Carlos Salazar se combinaron para dejar el arco en cero en 15 de los 38 partidos del campeonato, recibiendo 38 anotaciones, solo 4 más que el líder de este departamento, el Caracas FC.
Pero si el Zamora tuvo buena defensa y goleadores implacables, también contó con mediocampistas oportunos.
Ese es el caso de Pedro Ramírez, vital para que el Zamora pudiera bordar la estrella. En 2016 completó 20 asistencias, más que ningún otro jugador. Esta cifra es la más alta que se haya registrado en los últimos 30 años en el fútbol venezolano.
Hoy Ramírez demostró de nuevo que es un gran pasador al servir una pelota de gol a Richard Blanco. Su participación en el campeonato venezolano es un gran acierto de la directiva, que consiguió su cesión por un año desde el FC Sion de Suiza.
Ramírez también formó parte de la plantilla zamorana que ganó el campeonato en 2014.
Las condiciones del campeonato venezolano también echaron una mano a los de Barinas, que no clasificaron a la liguilla final del Torneo Clausura y tuvieron 42 días sin disputar un choque oficial.
Esta condición pudo ser decisiva para que el Zamora no se ahogara en el calor marabino y pudiera firmar, con goles y con garra, un partido que le llevó al título.
El toque del director técnico, Franco Stifano, también pudo notarse en el campeón. En la final la plantilla del Zamora tuvo que demostrar de que está hecha: en ambos tuvo que remontar un gol inicial del Zulia.
Ahora, Stifano puede decir que lo ha ganado todo en Venezuela, incluidos torneos de categoría menores, un torneo corto, la experiencia que la federación denominó «adecuación» y el campeonato absoluto. EFE