El realizador venezolano Lorenzo Vigas está feliz por el recorrido internacional de su película «Desde allá», ahora nominada al Goya a mejor película iberoamericana, y por la posibilidad de poder contar la realidad de su país a través del cine.
«En un país donde se ha impuesto la intolerancia como valor, y donde es cada vez más difícil ser escuchado, el arte se plantea como la única alternativa de expresión», asegura Vigas en declaraciones a Efe desde México tras conocer la nominación al premio de cine español.
Una nominación, que «no es cualquier reconocimiento», resalta el cineasta.
«Somos hispanoparlantes y los goyas representan el reconocimiento más importante para el cine de nuestra región. Es un honor estar en la lista de nominados», agregó Vigas, que en 2015 consiguió con esta película el premio León de Oro de Venecia para una producción latinoamericana.
Una historia de amor, sexo y traición, de una homosexualidad oculta, de pobreza y de una Caracas convulsa y con una fuerte división de clases.
Y aunque Vigas opina que el arte no tiene el poder de cambiar la realidad, sí permite «abrir canales de comunicación, que es lo que tanto nos hace falta hoy en día en Venezuela«.
«En la actualidad, el país está viviendo una realidad invertida, con esto quiero decir que todo lo que está ocurriendo, en cierta forma, es contrario a nuestra esencia como nación. Hemos sido históricamente muy tolerantes y comunicativos», reflexionó el director.
Por eso cree que «además de entretener, el arte debe tratar de ‘religar’, de volver a unir lo que nunca ha debido separarse».
Con unas grandes interpretaciones del chileno Alfredo Castro y del joven venezolano Luis Silva, «Desde allá» ha ganado premios en festivales como los de La Habana, Lima, Biarritz (Francia) o Miami (EE.UU), y además es la representante de Venezuela para el Óscar a mejor película en habla no inglesa.
Pero Vigas prefiere no pensar en más premios. «Estoy ahora concentrado en escribir el guión de mi próxima película», aseguró. EFE