Mujeres que se consideran víctimas del dispositivo anticonceptivo Essure del grupo Bayer han iniciado un procedimiento judicial en Francia para que se designen peritos que evalúen los daños que dicen sufrir.
El abogado Joseph Oudin, que es el que ha formalizado la denuncia, explicó hoy, en unas declaraciones a la emisora «France Info», que su prioridad es la designación de peritos judiciales y que «el reto es si se ha informado a esas mujeres de los efectos secundarios que se podían contemplar».
En unas declaraciones a «Le Parisien», que reveló la iniciativa ante la justicia, Oudin avanzó que en enero habrá una primera audiencia.
Inicialmente son dos mujeres las que han formalizado la demanda, aunque el letrado indicó que en su gabinete ya tiene acumulados «una treintena» de expedientes.
Marielle Klein, una de estas dos mujeres, ha lanzado una petición con la que ha conseguido 45.000 firmas para pedir a la ministra de Sanidad, Marisol Touraine, que actúe.
El departamento de Sanidad reaccionó hoy con un comunicado en el que subrayó dos mensajes, el primero que desde julio de 2015, sobre la base de mensajes recibidos de «efectos indeseables» del Essure, se inició una investigación, y el segundo que no hay, a día de hoy, elementos que cuestionen la relación entre el beneficio y los riesgos.
La investigación de la Agencia Nacional de Seguridad del Medicamento (ANSM) condujo a pedir al fabricante que elaborara una nota para indicarles a las pacientes a las que se implantaba el dispositivo que tenían que someterse a controles cada tres meses y los riesgos de esta técnica de esterilización.
Además, el Ministerio emitió en febrero pasado un decreto con reglas para la colocación del dispositivo y para la formación de los profesionales que la realizan, y donde además se establecía en qué centros se puede llevar a cabo.
La ANSM también está realizando un estudio epidemiológico desde abril, cuyos resultados se esperan en «el primer trimestre de 2017», para evaluar la seguridad del Essure en comparación con la ligadura de trompas mediante laparoscopia.
Bayer, en una respuesta a «Le Parisien», aseguró que «la seguridad de las pacientes es (su) primera prioridad», que «Essure es un medio de contracepción que presenta una relación beneficio-riesgo positivo» para las mujeres que no quieren tener hijos pero tampoco una esterilización definitiva.
El fabricante añadió que las investigaciones realizadas desde 2002 han confirmado esa relación entre su seguridad y su eficacia, aunque «como para todo procedimiento médico pueden aparecer efectos secundarios».
En concreto, habló «principalmente de calambres, náuseas, vómitos, vértigos, aturdimientos y hemorragias», así como de dolores de espalda y de vientre durante las relaciones sexuales.
Bayer hizo hincapié en que los documentos de información a las pacientes se elaboran «en estrecha colaboración» con las autoridades sanitarias.
En Francia hay unas 120.000 mujeres que han recurrido desde su salida al mercado al Essure, que es un implante de níquel con forma de muelle que se coloca sin anestesia general en las trompas de falopio para provocar una obstrucción e impedir el embarazo.
El presidente del Colegio Nacional de Ginecólogos de Francia, Bernard Hédon, informó de que ha enviado una nota interna a los 3.000 especialistas que hay en Francia para que estén vigilantes y hablen «sistemáticamente» a las mujeres de los riesgos.
En cuanto a la retirada del dispositivo del mercado, Hédon subrayó que la balanza entre riesgos y beneficios «sigue siendo positiva, según las autoridades sanitarias». EFE
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