Uruguay es de los países con mayor obesidad y sobrepeso de América Latina y se ubica sólo cuatro puntos por debajo de México, Venezuela, Chile y Argentina en ese aspecto, dijo hoy a la prensa la viceministra de Salud Pública del país, Cristina Lustemberg.
En el marco de la presentación de una guía alimentaria para la población diseñada por el Ministerio de Salud Pública (MSP) de Uruguay, Lustemberg expresó que el sobrepeso y la obesidad forman parte de un problema grave y prioritario para el país debido a las cifras actuales.
La ministra destacó que observan un «crecimiento exponencial» de la obesidad en los últimos años con un aumento de ocho puntos en siete años y que hoy alcanzan el 27,6 %.
«En los adultos tenemos un 64 % de sobrepeso y obesidad, en la primera infancia el 10 % de los niños de 0 a 4 años ya tiene sobrepeso y obesidad y en la etapa de 13 a 15 años crece a un 27 %», manifestó Lustemberg.
Por otra parte, el ministro de Salud Pública, Jorge Basso, consideró que los problemas alimenticios son producto de una situación que sufre la sociedad moderna en su conjunto.
«En general tenemos la idea de que alimentarse es saciar nuestro apetito y no siempre deparamos en el tipo de alimento que consumimos. En los últimos 7 u 8 años hemos visto un incremento exponencial en el consumo de alimentos con exceso de contenidos de sal, azúcar y grasas», subrayó Basso.
El ministro explicó que el consumo excesivo de este tipo de alimentos, afectan un conjunto de enfermedades no transmisibles, como las cardiovasculares o la diabetes y por ello el MSP tiene como uno de sus objetivos sanitarios trabajar sobre la alimentación saludable.
«Nos estamos planteando disminuir y estabilizar la curva de crecimiento de sobrepeso y obesidad ya que hoy entre seis y siete de cada diez uruguayos tiene sobre peso y tres de cada diez tienen obesidad y eso hay que detenerlo, se necesita incorporar esta temática en la opinión pública», expresó el ministro.
Asimismo, añadió que es necesario trabajar «fuertemente» con el sistema educativo, principalmente desde las escuelas para incorporar los hábitos.
En tanto, consideró qué se debe negociar con la industria y para ello es necesario «hacer una alianza» para verificar que en el proceso de los alimentos no se incorporen excesivas cantidades de sal, grasas y azúcar.
«Vamos a trabajar en el tema de rotulación para facilitar que el usuario rápidamente con un golpe de vista pueda aprovechar para tomar decisiones con información adecuada», agregó. EFE