Un número estimado de 535 millones de niños, uno de cada cuatro, viven en países en conflicto, «sin protección, sin acceso a sanidad y educación de calidad y con problemas de nutrición», según denunció hoy Unicef.
Esta cifra, considerada de «colosal» por el portavoz de esta organización, Cristoph Boulierac, ha sido publicada en un informe previo a la celebración del 70 aniversario de la creación del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Los países de la África subsahariana acogen casi tres cuartas partes -393 millones- de los infantes amenazados por guerras y crisis humanitarias de todo tipo, seguidos por los estados de Oriente Medio y el norte de África, en los que residen el 12 % del total de los menores afectados.
La mitad de los casi 50 millones de niños desplazados fueron alejados de sus casas por conflictos, señala Unicef, que se refirió con especial preocupación a la situación de los menores en Siria, Nigeria, Afganistán, Yemen y Sudán del Sur.
El número de niños que viven en las 16 áreas sitiadas de Siria, sin acceso a servicios básicos ni a ayuda humanitaria, se eleva a 500.000, de acuerdo con Unicef.
En el nordeste de Nigeria un millón de niños se han visto obligados a huir de los ataques del grupo terrorista Boko Haram mientras que en Yemen ya son casi 10 millones les afectados por el conflicto que arrasa el estado de la península arábiga.
En Afganistán y Sudán del Sur aproximadamente la mitad de los infantes no reciben escolarización primaria.
Por otro lado, la representante especial del secretario general de Naciones Unidas para la cuestión de los niños y los conflictos armados, Leila Zerrougui, denunció la presencia de niños soldados en estos cinco mismos países, además de en Sudán, Mali, Libia, Congo y República Centroafricana.
«No hay duda que grupos armados alrededor del planeta están reclutando niños en sus filas de forma forzosa», aseguró.
La representante nombró a los grupos yihadistas Estado Islámico (EI), el frente de la Conquista del Levante (antiguo Frente al Nusra) y Boko Haram, como algunos de los «actores no estatales» que llevan a cabo ésta práctica.
La diplomática se ha referido especialmente a la labor de radicalización que está llevando a cabo EI en los territorios que ocupa, donde «está reclutando niños como estrategia de futuro, para preparar una nueva generación que continúe con la lucha si ellos son derrotados», explicó.
Asimismo, Zerrougui denunció que los menores que huyen de zonas de conflictos son a menudo detenidos y capturados por ejércitos y milicias puesto que son percibidos como «amenazas para la seguridad» en lugar de «víctimas», sobre todo si son chicos entre 14 y 20 años.
Estos arrestos son frecuentes en Nigeria, país en el que, tan solo en 2016, unos 25 menores han cometido ataques suicidas en nombre de Boko Haram, y también en Siria, donde el temor a ser detenidos por las autoridades previene a la población joven de huir de zonas asediadas, como Alepo oriental.
Las detenciones arbitrarias y el maltrato a niños que han sido reclutados forzosamente «no ayuda a derrotar a los grupos» que los obligaron a luchar en primer lugar, recordó la representante. EFE