La justicia francesa confirmó en apelación la condena a Pierre Le Guennec, quien fue electricista de Pablo Picasso, y a su mujer, Danielle, que además de una pena de dos años de cárcel exentos de cumplimiento tendrán que entregar a la familia las 271 obras del genio español que ocultaron casi 40 años.
El Tribunal de Apelación de Aix en Provence (sureste) retomó, punto por punto, la sentencia del Tribunal de Grasse, que en marzo del año pasado había considerado a la pareja culpable del delito de receptación de esas obras, que tuvieron guardadas en un garaje.
Jean-Jacques Neuer, abogado de la familia de Picasso, explicó a Efe que sus clientes esperan recuperar rápidamente esta colección de creaciones del artista, que están actualmente en manos de la justicia, aunque los dos condenados pueden recurrir al Tribunal Supremo.
Sobre el destino que les darán, señaló que «es demasiado pronto» para determinarlo, y apuntó que «la familia lo decidirá».
En cualquier caso, hizo notar que «la familia siempre ha expuesto las obras» de Picasso.
Se trata de obras fechadas entre 1900 y 1930, algunas de ellas raras, y con un valor estimado en más de 60 millones de euros, según algunos medios franceses.
El que fuera el último electricista del artista y su esposa aseguraron durante el proceso en 2015 que Jacqueline Picasso les regaló una caja donde estaban todas, y que la dejaron en su garaje durante años porque consideraban que tenía poco valor.
Pero en 2010, a la hora de organizar su propia herencia, pidieron autentificar la colección de dibujos, bocetos, litografías y collages, y al salir a la luz, los herederos de Picasso les acusaron de receptación.
EFE