El huemul, una especie de ciervo nativo de Chile en peligro de extinción que aparece en el escudo del país austral, fue reintroducido esta semana en una zona del sur del país de donde había desaparecido hace al menos tres décadas.
La iniciativa, llevada a cabo por la Fundación Huilo Huilo, empezó hace once años cuando Elanio Reyes, un pastor de la región de Aysén que tenía huemules recibió la visita de un grupo de científicos interesados en conocer las particularidades del cérvido que se encontraba en peligro de extinción.
El objetivo del grupo de científicos, liderados por Fernando Vidal, era reintroducir una pareja de cérvidos en Huilo Huilo, una reserva biológica privada de la región de Los Ríos de la que desaparecieron en los años 80.
Así comenzó una iniciativa que culminó el pasado sábado, cuando reintrodujeron a cinco huemules descendientes de esa pareja en la reserva Huilo Huilo después de criarse en libertad vigilada en un área de más de setenta hectáreas que imita el ecosistema que poblarán a partir de ahora.
«Era importante que no sintieran que los estábamos abandonando, sino introduciendo a su nueva vida. De alguna forma, ellos se contagian de tus emociones e intentamos transmitirles serenidad», dice Fernando Vidal a Efe.
El proyecto salió adelante gracias a la iniciativa privada, sin ayuda ninguna del Ejecutivo chileno, pese a que autoridades como el ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier, acudieron al acto de presentación.
«Me parece una irresponsabilidad tremenda que el Estado dé un paso atrás en este tema. Estamos hablando de un emblema patrio, nuestro símbolo. Me da mucha pena y vergüenza, porque en definitiva es una radiografía de nuestra sociedad», opina Vidal.
Los cinco huemules reintroducidos ya hacen su nueva vida en el bosque húmedo templado de Huilo Huilo, un ecosistema encuadrado en la selva patagónica que ejerce una fuerte influencia en los municipios de la zona.
La acción del hombre y la del puma, depredador natural del huemul, causó la desaparición del cérvido de la zona, motivo por el cual, además de su reinserción, la Fundación lanzó un plan de educación ambiental para concienciar a los niños de la zona.
«La reintroducción del huemul ha tenido un significado bastante poderoso porque nosotros lo vemos en el escudo nacional y no conocemos realmente al animal. Cuando los niños subieron a verlo, se quedaron maravillados y se comprometieron con la conservación animal», señala Fernando Merino, director de la escuela de Lago Neltume, centro educativo de la zona.
Ahora, once años después de aquella reunión en la región de Aysén con aquel pastor, el huemul inicia de nuevo la lucha por la supervivencia mientras que el equipo de científicos de Huilo Huilo acompaña y supervisa su reintroducción para asegurarse de que el cérvido se adapta al hábitat del que nunca tendría que haber desaparecido. EFE