Las reclusas de la cárcel de San Diego, en Cartagena de Indias, inauguraron hoy «Interno», un restaurante gourmet dentro de ese centro penitenciario que llega para competir con la oferta de alta gastronomía de esta ciudad caribeña.
Para la puesta en marcha del restaurante se contó con la asesoría del chef español Koldo Miranda, destacado con una estrella Michelin, y el apoyo de los colombianos Leonor Espinosa, Harry Sasson, Guillo Vives, Fernando Bernal, Juan Felipe Camacho, Charlie Otero, Vicky Acosta, Leonardo Morzan y Mila.
La directora de la Fundación Teatro Interno, Johana Bahamón, explicó a Efe que la iniciativa surgió porque creen «en las segundas oportunidades, y dárselas a estas personas permitirá que cuando salgan tengan herramientas para poder reinsertarse en una forma digna a la sociedad».
«En el proyecto, que estoy segura será todo un éxito, se involucró a las 155 internas que actualmente hay en la cárcel; unas están en panadería, otras en la huerta, otras en servicio al cliente, otras en la cocina», agregó Bahamón.
En el menú, el restaurante ofrece nueve platos en los que el comensal podrá escoger entre la pesca del día con ceviche de mango y vegetales de la huerta, una posta cartagenera y arroz de coco o unas berenjenas gratinadas con tomates de la huerta.
De entradas, «Interno» ofrece carimañolas de posta, encocado de camarón con tubérculos locales o ceviche de corvina con tabule andino de quinua.
En materia de jugos, los paladares disponen de carambolo de piña, limonada de patilla y mango biche con hierbabuena.
El restaurante, según Bahamón, tiene capacidad para atender a 60 personas y lo que se cobrará es la «sentada», es decir que por 80.000 pesos (unos 27 dólares de hoy), el cliente tiene derecho a «una entrada, plato fuerte, postre y un jugo o una copa de vino».
Bahamón puntualizó que este proyecto «será un espacio de reconciliación entre la población carcelaria y la población civil donde se generen oportunidades y herramientas para una nueva visión de vida para las personas privadas de la libertad».
«La cocina es arte y una experiencia emocional cargada de mucha alquimia y en ‘Interno’ se suma el plus de estar al interior de un centro penitenciario lo que lo hace a un más atractivo», dijo a Efe Koldo.
Para tener la experiencia de cenar en «Interno» se deberá hacer una reserva al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), que debe autorizar el ingreso a la cárcel.
«Interno» es el segundo restaurante que se abre en un centro penitenciario en el mundo, luego de «In Galera», que ya funciona en Milán (Italia).
La cárcel de San Diego, que alberga el restaurante, está en el centro histórico de Cartagena, a unos 150 metros del Hotel Santa Clara y de la casa del fallecido Nobel de Literatura Gabriel García Márquez. EFE