El órgano de transparencia de México anunció hoy que ordenó a la Secretaría de Medio Ambiente que dé a conocer la declaración de impacto ambiental del nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México.
El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) indicó en un comunicado que esa cartera también deberá presentar el plan de restauración ecológica y las acciones para mitigar el impacto ambiental de la modificación de la hidrodinámica de los humedales de la zona.
Asimismo, los programas de rescate de flora y fauna; la propuesta de conservación de aves; registro y verificación de emisiones de gases de efecto invernadero; el plan de manejo de residuos y del agua, y la definición de sitios alternativos para los residuos sólidos producidos.
Dichos documentos fueron condiciones que la Secretaría de Medio Ambiente impuso al Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México para autorizar el proyecto de construcción de la nueva terminal aérea, apuntó.
Un particular solicitó conocer el impacto ambiental a corto, mediano y largo plazo que va a generar la construcción, la política de protección ambiental que se aplicará a fin de no afectar la flora y fauna y los niveles de contaminación que generará la terminal.
La Secretaría de Medio Ambiente respondió que no localizó documento alguno que dé respuesta exacta a lo requerido, por lo que el particular interpuso un recurso de revisión ante el INAI.
Al analizar el caso, el comisionado Joel Salas Suárez dijo que no es procedente la inexistencia de lo solicitado, por lo que el pleno del organismo instruyó a realizar una búsqueda exhaustiva de los documentos que puedan dar respuesta a lo requerido y los entregue.
Salas Suárez consideró «indispensable que cualquier proyecto de obra pública responda a las necesidades humanas sin comprometer la capacidad del medioambiente para satisfacerlas en el largo plazo».
Y aludió al riesgo de que «168 especies de fauna y flora» desaparezcan con el nuevo aeropuerto, y 21 núcleos agrarios y 31 bienes comunales resulten dañados, «lo que impactaría a casi 248.808 habitantes».
«No basta la transparencia; son necesarios los espacios que permita consensuar acciones para que el proyecto respete el entorno social y ambiental de las zonas aledañas, a la vez que impulse su crecimiento económico», indicó.
Ello, agregó el comisionado, permitirá asegurar que la obra «beneficiará a los habitantes de las zonas aledañas tanto como a los pasajeros que utilizarán el nuevo aeropuerto».
La terminal, diseñada por el mexicano Fernando Romero y el británico Norman Foster, se construye en terrenos federales del central Estado de México y se espera que la primera fase concluya en 2020 para dar servicio a 68 millones de pasajeros al año con 3 pistas paralelas. EFE