Dos solicitantes de asilo iraníes residentes en Alemania tendrán una nueva oportunidad de hacerle llegar a Angela Merkel un regalo muy personal, después de que activaran, sin que fuera su intención, un operativo de seguridad al intentar enviar un paquete a la canciller alemana por vía postal.
Los dos hombres, padre e hijo, habían acudido el martes a una oficina de correos en una gasolinera en la ciudad de Nauheim, en el estado federado de Renania-Palatinado, en el oeste de país, con un paquete dirigido a la canciller, lo que despertó las sospechas de una empleada, que alertó a las fuerzas de seguridad.
La policía acudió al lugar con nueve agentes y un perro adiestrado para la detección de explosivos, pero pronto quedó claro de que se trataba de una falsa alarma.
A continuación, los agentes localizaron a los dos peticionarios de asilo, que explicaron que se trataba de un regalo para la canciller y accedieron a abrir el paquete, que contenía una escultura que pretende simbolizar la unión con Alemania.
«Mi padre hizo la escultura para Angela Merkel, para Alemania, en agradecimiento por el hecho de que podamos estar aquí», citó el diario regional «Rhein-Zeitung» al más joven.
Los hombres tuvieron que quedarse con su escultura, pero expresaron su deseo de podérsela entregar todavía a la canciller.
«Pero en estos momentos no sabemos cómo hacerlo», agregó el hijo.
Ahora, la vicepresidenta de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel, Julia Klöckner, se mostró dispuesta a entregar personalmente la escultura a la canciller en el próximo congreso de la dirección del partido que se celebrará a mediados de enero próximo en la localidad de Perl, en el estado federado de Sarre, en el oeste del país, precisa el rotativo.
EFE