Israel teme que antes de que el presidente estadounidense, Barack Obama, abandone su cargo el próximo 20 de enero, la comunidad internacional dé nuevos pasos que fijen los parámetros para un futuro acuerdo de paz con los palestinos.
En la reunión del Gabinete de Seguridad el domingo los ministros fueron advertidos de la posibilidad de que, tras la resolución de condena de las colonias aprobada el viernes por el Consejo de Seguridad de la ONU, los mensajes internacionales continúen y se intensifiquen.
«Altos cargos en Jerusalén expresaron su preocupación de que el presidente Obama dé un nuevo golpe diplomático a Israel antes de que acabe su mandato en tres semanas y media», afirmó hoy la emisora de radio estatal Kol Israel, sin facilitar fuentes.
Según esta, «el Gabinete de Seguridad trató sobre la posibilidad de que la Administración Obama promueva una resolución en el Consejo de Seguridad que establezca parámetros para reiniciar las negociaciones y para resolver el conflicto un día antes de la toma de posesión de Donald Trump», el presidente electo de EEUU.
La aprobación de una nueva resolución sería muy difícil de revertir aunque Trump desease hacerlo, ya que requeriría una nueva mayoría en el Consejo de Seguridad.
Uno de los foros que podría escenificar un nuevo golpe contra la política colonizadora israelí es la conferencia para la paz en Oriente Medio que reunirá a ministros de Exteriores de todo el mundo el próximo 15 de enero en París, en la que podría impulsarse una nueva resolución en la ONU.
Israel teme que se trate de imponer un calendario y contenido de las negociaciones. Si bien las posturas internacionales son conocidas, estas no han sido fijadas antes en un documento del Consejo de Seguridad.
«Entre las diferentes opciones que temen las autoridades israelíes está que (el secretario de Estado estadounidense) John Kerry decida acudir a París y que dé allí un discurso en el que establezca los parámetros para la solución del conflicto», dijo a Efe Ofer Zalzberg, analista del International Crisis Group en Jerusalén.
De ser así, el grupo de ministros de Exteriores reunido en París podría hacer suyos dichos parámetros y, además, alguno de los países podría llevarlos al Consejo de Seguridad, para que se aprueben con el voto o la abstención de Washington, antes de que se instale el nuevo inquilino en la Casa Blanca.
«Otro temor es que la Unión Europea utilice la conferencia francesa para impulsar su política de diferenciación», que obliga a diferenciar entre Israel y sus asentamientos en territorio palestino ocupado, añadió Zalzberg.
Esto podría, por ejemplo, derivar en el futuro en la prohibición de invertir en fondos de inversión que traten con bancos israelíes que hagan negocio en los asentamientos, que en la actualidad son todos.
Otra posible consecuencia de la resolución aprobada la semana pasada en la ONU, que deja clara la ilegalidad de las colonias, es que esta podría influir en que la Fiscalía de la Corte Penal Internacional decida investigar si los asentamientos suponen un crimen internacional, algo que en la actualidad estudia pero como una «cuestión preliminar», no como una investigación.
Esto podría suponer que se llamase a declarar a autoridades israelíes y que haya consecuencias si estas se niegan a acudir.
El opositor partido Yesh Atid instó hoy al Comité de Asuntos Exteriores y Defensa de la Kneset (Parlamento) a citar al primer ministro y titular de Exteriores, Benjamín Netanyahu, para exigirle una explicación del deterioro de las relaciones exteriores del país, según informa el digital Ynet.
El jefe del Gobierno ha rechazado con dureza la actuación internacional y ha empezado a ejecutar represalias diplomáticas.
Los catorce representantes de los países que votaron a favor de la resolución -entre ellos España- y el embajador de EEUU, país que se abstuvo, fueron convocados el día de Navidad para dar explicaciones de su voto.
«Hemos trasladado un mensaje general expresando nuestra decepción y explicando que este voto no sirve a la paz. Al contrario, es una resolución antiisraelí que alejará la posibilidad de reanudar negociaciones con los palestinos. No es útil y es un acto agresivo contra Israel. Para nosotros es una gran decepción, especialmente en el caso de España, que es un país muy amigo» dijo a Efe el portavoz de Exteriores israelí, Emanuel Nahson.
«Por el momento están suspendidas las visitas de funcionarios y políticos israelíes a España», añadió.
Pese a los temores de una mayor condena internacional, Israel prevé seguir adelante con el crecimiento de los asentamientos en territorio ocupado y este miércoles se espera que se celebre una reunión en Jerusalén para aprobar la construcción de más de seiscientas nuevas viviendas en tres colonias en Jerusalén Este: Pisgat Zeev, Ramat Shlomo y Ramot. EFE