La reina Isabel II del Reino Unido, de 90 años, y su marido, el duque de Edimburgo, de 95, padecen un fuerte resfriado, por lo que no han viajado a Sandringham para iniciar sus vacaciones de Navidad, informó el palacio de Buckingham.
La monarca británica y el duque tenían previsto dirigirse en tren desde Londres hasta la estación de King’s Lynn, en Norfolk, donde está la residencia de Sandrigham, pero se han quedado en el palacio de Buckingham, residencia oficial de la familia real.
La soberana británica, que el próximo 21 de abril cumplirá 91 años, fue vista recientemente en Londres cumpliendo con compromisos oficiales, si bien en los últimos años ha reducido su actividad.
Como todos los años, la reina se traslada hasta Sandringham para pasar allí con su familia la Navidad.
Ayer, el palacio informó de que Isabel II dejará de patrocinar más de 20 organizaciones benéficas a finales de año, antes de cumplir los 91 años.
La reina, en el trono desde 1952, sigue así los pasos del duque de Edimburgo, su esposo, que cortó los lazos formales con muchas organizaciones al cumplir los 90 años en 2011.
El palacio de Buckingham ha puntualizado que la soberana patrocina a más de 600 organizaciones, si bien la medida es vista por los expertos como un paso sensato, dada la avanzada edad de la jefa de Estado británico.
Mientras, la Policía ha reforzado la seguridad del palacio a raíz del ataque en Berlín y ha dispuesto el cierre de las calles de los alrededores durante el cambio de guardia.
EFE