El presidente de la FIFA, el suizo Gianni Infantino, defendió este lunes la necesidad «de aportar más transparencia al sistema» de traspasos y de «analizar la situación y ver de cerca las cifras que se inflan de año en año».
«Debemos reconsiderar lo relativo a los traspasos. Vemos que se traspasan a muchos jugadores, a escala nacional e internacional- Solo en transferencias internacionales se mueven entre 2.000 y 3.000 millones al año. Son números importantes y una gran parte se pagan a intermediarios. Ciertamente ha llegado el momento de analizar lo que está pasando», aseguró.
Infantino se expresó así en una entrevista publicada hoy por los diarios que forman parte de la red de periodismo de investigación EIC, en la que están incluidos, entre otros, el belga «Le Soir», el español «El Mundo» y el alemán «Der Spiegel», tras los documentos confidenciales de «Football Leaks» sobre el papel de los agentes de los jugadores y sus remuneraciones en los traspasos.
«No se si los agentes cobran demasiado. El problema es que no existe una transparencia total. La Federación Inglesa, que publica las cifras de las comisiones de los agentes, es un modelo. Eso ya ayuda. Si es posible, tenemos que encontrar un modo de aportar más transparencia al sistema», añadió.
Según el presidente de la FIFA, el problema es que a menudo se desconocen las comisiones que ingresan los agentes, que en ocasiones cobran tanto del club como del jugador en cuestión, y pidió una gran reflexión al respecto que implique a clubes, jugadores, intermediarios y autoridades.
«Es naif pensar que, desde Zúrich, la FIFA sepa exactamente cómo son todos los traspasos en todo el mundo. Por tanto, delegamos esa responsabilidad en las asociaciones y las confederaciones, les corresponde verificar los traspasos en sus propios países», resumió.
Sin embargo, algunas federaciones, como la holandesa, reconocen que la cantidad y la complejidad de los contratos hace imposible que verifiquen todos en detalle.
«Hemos llegado a un nivel límite. La FIFA cuenta con 221 asociaciones, muchas de ellas peor organizadas que la neerlandesa. Necesitaríamos todo un servicio de policía para controlar cada una», destacó Infantino. EFE