El Gobierno francés va a movilizar a más de 96.000 personas entre policías, gendarmes y militares para garantizar la seguridad de los festejos para recibir el año nuevo, indicó el ministro del Interior, Bruno Le Roux.
Esas fuerzas se van a centrar en los lugares «particularmente concurridos», señaló Le Roux a la prensa, durante un recorrido por el centro más turístico de París en torno al museo del Louvre en compañía de su colega de Defensa, Jean-Yves Le Drian, con quien verificó la coordinación entre los diferentes cuerpos de seguridad.
El titular de Interior hizo hincapié en que las vacaciones escolares han permitido recolocar a los militares que vigilan los alrededores de las escuelas en estaciones, aeropuertos y, en general «en todos los lugares que acogen a turistas».
En total, estarán operativos 52.600 policías, 36.000 gendarmes y 7.000 militares de la misión Sentinelle, que patrullan las calles, instituciones sensibles y centros estratégicos por todo el país.
Le Roux reconoció que la amenaza terrorista en Francia «sigue siendo fuerte», y lo ilustró con el atentado de Berlín del pasado día 19, pero también con «los mensajes de nuestros enemigos».
El responsable francés de Interior no quiso entrar en detalles sobre el paso por Francia del presunto autor de ese atentado en la capital alemana antes de llegar a Italia, donde fue abatido por la policía en Milán, con el argumento de que todavía se investigan posibles ramificaciones y complicidades.
Únicamente abordó la polémica sobre la facilidad con la que Anis Amri de viajar -aparentemente armado- viajó por varios países europeos después del ataque perpetrado con un camión en un mercado de Navidad de Berlín, para señalar que desde que Francia restableció los controles en sus fronteras con otros países europeos, tras los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París, se han llevado a cabo «84 millones de controles suplementarios».
«Eso demuestra -añadió- que en todas nuestras fronteras hay dispositivos particulares tanto para la lucha antiterrorista como para el control de las migraciones y el desmantelamiento de redes de traficantes».
Las medidas de seguridad para Nochevieja tienen en cuenta algunas enseñanzas de atentados con camiones contra la multitud, como los cometidos en Niza el 14 de julio y el de Berlín del pasado día 19.
Eso se ha traducido en la instalación de «elementos pasivos» como vehículos o bloques de hormigón -en algunos casos decorados, como en Estrasburgo- en los posibles accesos de áreas peatonales de fuerte afluencia.
Para tener una visión de conjunto e intentar detectar situaciones anormales, habrá helicópteros que sobrevolarán las grandes aglomeraciones que se prevén en Nochevieja, empezando por la avenida de los Campos Elíseos de París y sus alrededores, donde se esperan a unas 600.000 personas en los fuegos artificiales.
La prefectura de policía de París ha previsto movilizar a cerca de 10.300 personas entre policías, gendarmes, militares, bomberos y personal municipal para la seguridad de la capital francesa.
Eso incluye agentes de civil que circularán de paisano para vigilar comportamientos sospechosos en zonas de fuertes concentraciones como los propios Campos Elíseos.
En la Nochevieja de 2015, las autoridades organizaron un despliegue «excepcional» de más de 100.000 efectivos en toda Francia.
EFE