España pierde población a un ritmo de 72 personas al día, dato que resulta de la diferencia entre las muertes y los nacimientos, según un informe difundido por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Esto significa, por ejemplo, que sólo entre enero y junio de este mismo año España haya perdido prácticamente 13.000 habitantes porque durante el primer semestre de 2016 sólo han nacido 195.555 bebés mientras las personas fallecidas suman 208.553.
Estos son los resultados que reflejan las Estadísticas del Movimiento Natural de la Población, que aportan datos de nacimientos, defunciones y matrimonios correspondientes a los seis primeros meses de este año.
Esos 195.555 nacimientos suponen un descenso del 4,6 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, mientras que las 208.553 muertes indican una bajada del 7,8 por ciento.
El crecimiento vegetativo de la población (es decir, la diferencia entre nacimientos y defunciones) fue negativo en 12.998 personas, una cifra -explica Estadística- inferior a la del mismo periodo de 2015 (cuando la población se redujo en 21.380 personas) debido, sobre todo, a la menor mortalidad registrada este año.
«Los primeros semestres de cada año -sostiene el INE- se caracterizan por tener mayor mortalidad y menor natalidad que los segundos» y «un saldo vegetativo negativo durante el primer semestre no implica necesariamente que se mantenga para el conjunto del año», según la fuente.
Respecto a los nacimientos, los niños de madre extranjera supusieron el 17,9 por ciento del total, una tasa tres décimas inferior a la de un año antes.
En cuanto a los matrimonios, en el primer semestre de este año se registraron 68.560, un 2,7 por ciento menos que en 2015.
Y, en fin, del total de las parejas que decidieron casarse, un 2,9 por ciento (1.961) estaban formadas por personas del mismo sexo.
EFE