El diálogo político que se inició en Venezuela hace poco más de un mes llegó a una fase de revisión con miras a un relanzamiento a principios del 2017 bajo los exhortos de los acompañantes internacionales que piden prudencia a los voceros del Gobierno y de la oposición.
Los delegados de ambas partes sostuvieron reuniones por separado con los acompañantes internacionales del diálogo del Vaticano y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), después de que la oposición se rehusara a participar en la tercera plenaria que estaba pautada para este martes.
Los representantes de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) habían advertido, desde la semana pasada, que no se sentarían nuevamente a conversar con el Gobierno hasta tanto no se cumplieran los acuerdos que tienen que ver con una salida electoral a la crisis y la liberación de políticos presos.
Tras una jornada de reuniones en un hotel de Caracas, el enviado del Vaticano, monseñor Claudio María Celli, anunció que este proceso será «reactivado» el próximo 13 de enero pues a partir de ahora se iniciará una etapa de revisión que permita la «consolidación y sostenibilidad» de estas conversaciones.
Informó, asimismo, que se solicitó a los poderes públicos no aprobar o abstenerse de dictar decisiones «que dificulten la relación» entre las partes o el proceso de diálogo hasta esa fecha.
«Ese plazo, según acordamos, será utilizado para trabajar de manera inmediata en las mesas temáticas del diálogo», dijo Celli e indicó que en el marco de este proceso «se planteó la necesidad de establecer un mecanismo de verificación» de los acuerdos.
El monseñor comentó que para que esta fase se cumpla y tenga como fin la reactivación del diálogo, fue presentada a las partes «una propuesta de trabajo», de la que no adelantó su contenido.
A la intervención del religioso, le siguió la del secretario general de la Unasur, Ernesto Samper, quien declaró que se solicitó a los actores políticos de cada uno de los bandos «que sería muy conveniente, en beneficio del diálogo, que se hiciera un cese al fuego mediático».
Pidió moderación a los portavoces de ambos sectores pues las declaraciones que se hacen por esas vías «en no pocas ocasiones crean confusión» y «crispación».
También apuntó que se realizó un exhorto a los distintos órganos del poder público «para que pospongan esta utilización de los espacios institucionales (…) que se presten para hacer a través de ellos debates políticos».
Poco antes, el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, dijo que la oposición analizará un conjunto de propuestas de los mediadores para «reactivar» y relanzar el proceso de diálogo «para que sea útil al país y para que tenga resultados».
Afirmó que «mañana mismo» comenzará el debate en el seno de la MUD para «evaluar» si estas propuestas son «suficientes» y «si esto en efecto se concreta en resultados».
Torrealba adelantó que las propuestas que recogieron hoy están referidas a los planteamientos que la MUD ha formulado a lo largo de todas las conversaciones con el Gobierno, donde se incluye, afirmó, «el tema de los presos políticos» que ahora es más «urgente» pues un grupo de 14 opositores encarcelados inició una huelga de hambre.
Por su parte, el alcalde Jorge Rodríguez, delegado del Gobierno para el diálogo, señaló tras las declaraciones de los acompañantes que el oficialismo «trabajará» en las propuestas que se plantearon hoy.
«En efecto los acompañantes, en base a la revisión de trabajo, presentaron una serie de propuestas relacionadas con el trabajo que venimos haciendo», dijo Rodríguez y aseguró que el Gobierno se mantiene en la mesa de diálogo a pesar de que, afirmó, la MUD «ha violentado» los acuerdos alcanzados.
Según el vocero chavista la oposición no cumplió con «la superación de la situación de desacato» del Parlamento al no desincorporar formalmente a tres diputados cuya elección ha sido puesta en duda y la «declaración conjunta de convivir en paz».
El jefe de Estado, entretanto, dijo desde un acto con simpatizantes chavistas que su país avanzará y tendrá paz con o sin la «derecha dialogando» y apuntó que es a la oposición venezolana a la que más le conviene sentarse en una mesa de diálogo.
Agregó que aunque está «preparado para la paz», también está preparado «para cualquier batalla» que su Gobierno tenga que dar y convocó al pueblo chavista a marchar el próximo 17 de diciembre para hacer el «ensayo de un plan» para «defender la revolución».
EFE