El director de cine estadounidense Brian De Palma permitió en La Habana un acercamiento a su estilo y manera al contar historias en el cine, con anécdotas, recomendaciones a los jóvenes realizadores y el adelanto de un nuevo proyecto que dijo será un «crimen real».
De Palma, con una larga y exitosa carrera entre los cineastas de su generación, marcada por filmes como «Scarface», «Los intocables», y «Misión imposible», es uno de los invitados especiales del 38 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.
La importancia de los grandes actores, el sonido y la música para hilvanar secuencias de imágenes en sus películas fueron el punto de partida de la conversación que mantuvo el cineasta norteamericano con la prensa y participantes en el certamen.
Marcado por el influjo del mago del suspenso Alfred Hitchcock y el cine negro, pero también la presencia en su filmografía del tema de las guerras de Vietnam e Irak, con los títulos «Casualties of War» (Pecados de guerra) y «Redacted», Brian De Palma reveló como combinó el sonido con la imagen en «Blow out», donde utilizó una serie de fotos compactadas.
Entre otras anécdotas, De Palma contó que el robo de 20 latas de negativos de «Blow out» provocó que tuviera que volver a rodar todas las escenas contenidas en ellos, algunas bastante complejas.
De Palma fue ganador del Oso de Plata al mejor director en el Festival de Cine de Berlín de 1968 por «Greetings», y del León de Plata en el de Venecia en 2007 con «Redacted,» aunque según dijo esta película fue «muy poco popular» en Estados Unidos.
Sobre «Scarface», una versión del clásico de Howard Hawks con guión de Oliver Stone -también invitado al festival de La Habana- dijo que fue un largo camino para realizar este proyecto cinematográfico que finalmente resultó mucho más interesante que la típica película de gansters italianos, al reunir a «personajes cubanos, colombianos y muy buena música».
A los jóvenes cineastas, el creador de «Obsesión» y «Vestida para matar», apuntó que hoy tienen a su disposición la tecnología digital, que es «barata y rápida», por lo que no hay excusa para no hacer películas de bajo costo, pero además les aconsejó escribir buenos guiones, trabajar con buenos escritores y hacer el casting con «buen criterio».
A sus 76 años, De Palma confiesa que es un director de «corte final», asegura que le llegan «muchas ideas visuales» a la cabeza y avanza que su próximo trabajo reúnes dos historias de crímenes que pretende llevar a la pantalla de la manera «común» como lo haría la televisión. EFE